Fantasías

Tú eras esa fantasía que yo ya sabía que jamas haría realidad.

Pero no por eso te disfrutaba menos, al contrario. Me deleitaba con cada gesto, con cada palabra, con cada sonrisa… porque todos ellos tenían impresa fecha de caducidad.

Y eso estaba bien… quiero decir; no serías mía, pero fuiste mía y solo mía un millón de veces.

Quizás mucho más mia que del que dormía a tu lado en la cama.

Porque yo te apuraba como un loco demente a cada segundo, temiendo que te evaporaras.

Y cometí errores mi querida Eva, muchos.

Quizás porque tú eras mi fantasía, y nunca me creí tan buen alquimista cómo para haberte hecho realidad.