El Señor X me invita a cenar a su casa en Nochebuena.
Me pide que acuda sin ropa interior y así lo hago, aunque me siento muy rara al no llevar nada debajo del vestido.
Llego y me recibe besándome con violencia y acorralándome entre la pared y su cuerpo para que note su erección, para que sea consciente de que ha estado esperando este momento.
Sobre la mesa sólo veo una botella de cava, y me pregunto dónde esta mi cena.
Mi querido Señor X parece haberme leído la mente, porque lo escucho decir “la cena eres tú”, mientras me sirve una copa.
Me sube el vestido y acaricia mi sexo. Al comprobar que no llevo nada debajo, me felicita por mi obediencia al haber acudido sin ropa interior y me baja el vestido hasta la cintura, dejando libres mis pechos para sus mordiscos y caricias.
Me tumba sobre la mesa boca arriba y me ata las manos, cada una a su extremo correspondiente de la mesa. Todo mi cuerpo se tensa al notar cómo lleva a cabo esta operación, pero me calmo mientras me besa suavemente el cuello.
Coge mi copa y vierte el líquido sobrante por mi escote, lamiéndolo directamente de mi piel, de mis pechos…
Me retuerzo de placer, frío y sorpresa, mientras él se deleita con mis pezones.
Coge esta vez la botella y derrama un poco de cava sobre mi sexo, lamiéndolo y chupándolo acto seguido.
Lo veo levantarse, y cuando le pregunto a dónde va, me dice que a buscar mas cuerda para atarme las piernas al otro extremo de la mesa. Según él, me estoy moviendo demasiado…
Me excita muchísimo el hecho de estar completamente inmovilizada, y cada vez deseo más y más que me penetre.
Lejos de hacerlo, vuelve a verter más de ese líquido espumoso en mi sexo y sigue deleitándose lamiéndolo y chupándolo.
Entonces me frota el clítoris con la superficie fría de la botella y eso hace que explote de placer….
(CONTINUARÁ)
Muy bueno! Esperaremos lo que sigue!
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Muchas gracias Ana, Feliz Navidad 🎄
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