Siempre

 

 

Incluso cuando discutimos, sé que quieres follarme.

Cuando me hablas tan serio te miro y sé que bastaría el roce de nuestra piel, cualquier signo por mi parte, para que empieces a quitarme la ropa.

Y entonces te escucho pero ya no sé lo que dices, sólo quiero sentirte en mí, dentro de mi, encima, debajo…

Lo cierto es que me pasaría el día explorándote, lamiéndote, besándote, disfrutándote…

Sólo pensarlo y de repente ya estoy húmeda, preparada. Mi cuerpo está listo, deseoso de que lo marques, lo poseas, lo arrolles, lo arrulles, lo ames.

Y sólo quiero dejarme llevar, que tomes el control. Olvidarme de todo. Disfrutarte.

Incluso cuando discutimos sé que quieres follarme. Y me encanta.

Porque, a pesar de todo, y por encima de todo, nosotros somos amantes.